Saturday, November 3, 2012

Día de Muertos

Una de mis celebraciones y tradiciones favoritas de México es el Día de Muertos, que es el día en que se honra a los Difuntos y, aunque coincide con la celebración Católica llamada "Día de los Fieles Difuntos", no es precisamente lo mismo. El Día de Muertos es más sobre cultura que sobre religión; sobre nuestros antepasados y sobre cómo a los Mexicanos nos interesa preservar nuestra tradiciones.

El Día de Muertos es una fiesta llena de color y sabor en la que celebramos a la Muerte y a nuestros difuntos, en el que los honramos y ofrecemos toda clase de cosas de las que gustaba en vida. 

Cuando era pequeña, en casa solían poner una ofrenda y a mí me gustaba al mismo tiempo que me daba miedo por aquello de que los muertos vienen a disfrutar su festín esa noche y, aunque ni bien concebía el concepto, tratar de entenderlo me asustaba un poco pues, afortunadamente, ningún ser realmente querido e importante para mi había fallecido. Unos años después, falleció mi abuela materna y los primeros años poníamos ofrenda, pero con el tiempo se dejó de hacer -no sé por qué.

Los últimos años, por cosas del destino o qué se yo, he estado fuera de México en estas fechas, así que hace mucho que no tenía la oportunidad de celebrar como me gusta el Día de Muertos. El año antepasado, pasé la noche buscando un Halloween en un bote en el Sena con unos amigos en Paris; el año pasado, Mamá, Gis y yo fuimos al Cementerio Pére Lachaise, también en Paris...pero la verdad es que no es lo mismo. Este año decidí que haría algo que siempre he querido hacer y nunca había tenido la oportunidad: iré al Panteón de San Andrés, Mixquic, al Sur de la Ciudad de México. Siempre había querido ir sólo por curiosidad y, hoy, esa curiosidad me llevará a documentar con imágenes una de las tradiciones más importantes y arraigadas de mi México.


Mientras tanto, en casa ya pusimos una ofrenda, la más importante que jamás hemos puesto diría yo, pues esta va dedicada con todo nuestro amor y dedicación para mi Mamá. Es un poco bizarro pues nunca imaginé estar poniendo una ofrenda en su honor...por lo menos, no a estas alturas de la vida; pero así son las cosas y no hay más. También me parece raro pensar que Mamá "vendrá" -desde donde quiera que esté- a disfrutar de su comida y dulces favoritos esta noche pues, en realidad, desde que se fue, siempre he sentido que está conmigo en todo momento.




 
 
En fin, sólo sé que -como sea-, Mamá disfrutará mucho de su ofrenda y sonreirá al ver que hemos dejado para ella Calabaza en dulce con un poco de leche, su favorita de esta temporada; así como también, un rico Tlacoyo con Nopales, Mole, un Merengue, una Pepitoria, Café, Pan de Muerto (amaba el pan!) algo de fruta, flores y, por supuesto, mucho amor.